Estamos debatiendo algo que va más allá de un par de docenas de pajarillos fritos ( no se trata de cuánto valen sino de que hay gente que todavía los pide ). Ese es otro de los muchos puntos negros que oscurecen este mundillo.
La cosa está complicada y es una pena, pero de momento es lo que hay.
En Andalucía, esta modalidad de captura está muy arraigada, pero como los de arriba se empeñen en cargársela, y no porque suponga un descenso en el número de las poblaciones de fringílidos, sino porque a los electores o al amigo de turno, ecologista de pro, de los que salen los domingos a coger gurumelos y les molesta que haya gente haciendo cosas en el campo que no sea cagar o trabajar.
El tiempo pondrá a cada uno en su sitio.
En fin, por mi parte doy porfinalizada mi actuación, que mañana hay que currar y después a limpiar jaulas y poner agua limpia como todos los dias.